La innovación consiste en una serie de elementos que el trono lleva ocultos en su interior y que se sacan y montan en cuestión de minutos. En primer lugar se colocan brazos sobre los varales exteriores sobre los que se sitúan unas varillas similares a las de un abanico. Estos dos abanicos laterales se despliegan poco a poco y sobre ellos se coloca un plástico trasparente y resistente formando un techo cuyos laterales también van cubriéndose con este plástico. De esta forma, queda protegido el trono entero y la cabeza y trasera del paso.
Esta idea, dentro de las muchas que han surgido frente a la imprevisible lluvia de algunas jornadas, es de las que nos parecen más viables y acertadas. La empresa está buscando financiación para desarrollar el proyecto.
No obstante, hemos de tener en cuenta que este tipo de inventos serían apropiados para cuando la lluvia, aun siendo improbable, se presenta, pues sería de locos sacar el patrimonio a la calle con lluvia ya que se pondrían en peligro el resto de insignias, a los hermanos ante la lluvia y el suelo mojado y resbaladizo e incluso al propio paso mientras se realiza el montaje. Esta es una opción de emergencia ante una situación que sorprende a la Hermandad o ante un cambio inesperado de las predicciones.
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