Dentro de la vorágine de este loco mes de septiembre, en las naves de Santo Domingo encontramos la calma, la paz y el bien Franciscano encarnados en la figura de María, Madre de Salud, Madre de la Estrella, que humilde y serena nos recibe en sus brazos para ofrecernos el sosiego necesario para afrontar nuestras ajetreadas jornadas.

Nuestra Madre de la Estrella, aguarda ya las fechas de San Francisco de Asís. Para la ocasión estrena saya enteriza y manto de otomán marrón, realizado todo por el grupo de costura de la Hermandad. Por su parte, el rostro se enmarca con una seda natural de Francia, donada por su camarero, otorgándole gran naturalidad y movimiento a la Sagrada Imagen.

Sobre el pecho el puñal dieciochesco cincelado por Joaquín Ossorio, luciendo únicamente como joyas el alfiler con su numbre y la Cruz de San Damián. En su mano izquierda, cercana al corazón traspasado, porta pañuelo de encaje de cintas del XIX; ofreciendo la otra mano al devoto. Completa la vestimenta cíngulo franciscano y corona seráfica al cinto.

En los próximos días será el Señor de la Salud quien se viste, como desde su primer año, con túnica marrón al ser la nuestra una Hermandad orgullosa de pertenecer a la Familia Franciscana.

Visita aquí la Galería fotográfica.