El Señor de la Eucaristía recorrió ayer las calles del centro de la ciudad en su tercer día de Triduo, festividad del Corpus Christi. La Eucaristía previa a la procesión fue cantada por la Coral In Pulso, que ofreció todo un recital durante la celebración. El Señor que lucía una túnica blanca brocada en oro, fue portado a hombros por sus hermanos y hermanas de carga, este año sin los hábitos cofrades, debido a las altas temperaturas.

La procesión discurrió por la Plaza de la Audiencia, donde las hermanas de la congregación Obra de Amor cantaron a la llegada del Señor. El cortejo continuó por Nidos, Margallo, General Ezponda, para llegar a la Plaza Mayor, Zapatería, Godoy y Plaza de Santiago. Un año más, la Hermandad construyó un precioso altar Eucarístico presidido por un Sagrario y por la Virgen del Rosario de Montánchez.

El Señor de la Eucaristía caminó durante toda la procesión con los sones de de la Banda del Humilladero, que ofreció numerosas piezas de su extenso repertorio, tocadas como siempre con la mayor brillantez.

La Hermandad Sacramental estuvo acompañada por representantes de la Cofradía de los Ramos y de la Cofradía de la Expiración.

A pesar de las altas temperaturas, los hermanos y público asistentes disfrutaron de la inigualable estampa del Señor de la Eucaristía en el atardecer cacereño, iluminado únicamente por la caída del sol y por los candelabros de guardabrisa que lo escoltaban durante el desfile.