Si el pasado fin de semana el Santo Crucifijo de Santa María abría el año con el lignum crucis, la mañana dominical de ayer comenzaba en la capilla de la Hermandad del Dulce Nombre, a los pies de los titulares de la Hermandad del Vivero con la iguala de sus costaleros, para iniciar así los ensayos que les llevarán a procesionar con su Titular en su décimo aniversario, estrenando día y recorrido hasta el centro de la ciudad.

Los costaleros han comenzado el año regalando a la Hermandad, una Marcha Procesional dedicada al Señor, obra de Ignacio Calles, que lleva por título Humildad del Padre y que ha sido entregada en la capilla de la Iglesia del Vivero ante los pies de sus titulares por el Capataz Jonathan Pulido, en un acto emotivo entre los costaleros y su Hermano Mayor Francisco Javier Roncero, que con sorpresa y emoción recogió este regalo para uso y disfrute de todos cuando el Señor de la Humildad procesione por las calles cacereñas.

A continuación en los salones parroquiales fueron midiendo uno a uno los hermanos que se convertirán en los pies del Señor esta Semana Santa, para ser igualados.