Todo el día, el barrio de San Antonio recibía la visita de devotos para pedir o dar gracias al santo. Ya por la tarde, las estrechas calles del casco histórico se llenaban de gente para ver o acompañar la procesión por las distintas callejuelas y plazas, llegando a la Parroquia de San Mateo sobre las ocho de la tarde, con un gentío que a ritmo de charanga cantaron todo el trayecto la popular canción de los pajaritos.
Dentro del Templo, Monseñor Francisco Cerro oficiaba la misa oficial del día, junto al titular de la parroquia D. José María Borreguero, con una Iglesia repleta de fieles y devotos. Finalizada la misma de nuevo la procesión discurrió por otras calles del casco viejo hasta llegar a la Ermita con vítores al Santo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario