El tiempo y las últimas horas para alcanzar la deseada Semana Santa

Los cofrades de Cáceres cuentan ya los días y las horas para alcanzar la deseada Semana Santa. Tras una intensa Cuaresma, en la que hemos disfrutado de numerosos conciertos, triduos, quinarios, el pregón... por fin se acerca la deseada fecha del Domingo de Ramos. La jornada del cofrade transcurre entre miradas a app del tiempo, consultas al twitter de Antonio Delgado, visita a las redes sociales y a TuSemanaSanta para conocer novedades y visualizaciones furtivas de vídeos de años pasados. Algunos, los más previsores, ya han sacado sus túnicas y las han planchado, adornando estas las perchas, puertas y pasamanos de nuestras casas.

En cuanto al tiempo, hay cierto desasosiego e intranquilidad por parte de muchos cofrades que, tras mucho tiempo de ilusión y preparación, ven como las previsiones no dejan de anunciar lluvia, lloviznas, sol, nubes y claros como si de una tómbola se tratase. ¡Mira que no aguanto un año de espera! Que hay mucha necesidad de Salud y de Esperanza en las calles, en los hogares... Llegábamos además de un invierno y primavera caluroso y ha sido realizar los montajes, subir a nuestros amados titulares a los pasos y caer chuzos de punta, al tiempo que bajaban las temperaturas, regresaban las heladas, para obligarnos a sacar las bufandas y abrigos que habían quedado casi en el olvido.

Desde aquí, solo queremos desearos una feliz Semana Santa. ¡Calmáos! que no va a llover, que tiene buena pinta la cosa y que si tuviéramos la desdicha de que los cántaros se derramaran sobre nuestras cabezas a la hora exacta, nuestra devoción y amor son aun más fuertes y la espera merecerá aun más la pena. Pero sobre todo disfrutad del momento que ya nos aguarda, saboread cada revoloteo de esa mariposa en vuestro vientre, que se están descontando ya las horas para que se abran las puertas de la gloria, con ese crujir de la madera que lleva V siglos guardando el mayor de los tesoros, descubriendo año a año la claridad que ilumina miradas emocionadas, cuando los cirios comienzan a derramar lágrimas de esperanza y las horquillas empiezan a acompasar el palpitar de nuestros corazones. Los claveles y rosas lucen aun verdes, cerrados, dispuestos para la explosión de color de la primavera, que se desatará con la pasión que protagoniza nuestra existencia, pero ya huele a palma de los Ramos, ya se revolucionan esos aromas a incienso y azahar en nuestro subconsciente, que ya todo nos huele a canela y a torrijas de una madre. Los redobles de tambor y los suspiros de corneta afinan en estas últimas tardes de ensayo mientras que los hombros casi sienten ya lo que se les viene encima, toda la Fe de un pueblo que se suspenderá sobre ellos. Como decía Barbeito en 2010, esperad, mis impacientes paisanos, para tocar el cielo con las manos, nos falta solamente una semana.




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