Estimados hermanos y hermanas, Paz y Bien;
Hoy es un día muy especial, hoy hace exactamente diez años de la firma, por parte
de nuestro querido Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres entonces y en la actualidad
Arzobispo de Toledo Mons. D. Francisco Cerro Chaves, del decreto de erección de la
Hermandad Universitaria de Jesús Condenado.
Aunque algunos años antes, ya había comenzado mi andadura como máximo responsable de la comisión gestora, que luego se convertiría en Cabildo de Gobierno de la Hermandad, es un día agridulce, porque también es una carta de despedida al frente de la H.U.J.C.
Por ello, quiero hacer mi primera reflexión a aquellos hermanos y hermanas que se despidieron de nosotros, durante todo este periodo de tiempo, y que ahora se encuentran disfrutando de la presencia de Dios Padre en el Cielo, para todos ellos mi más sentido cariño, respeto y afecto. Me hubiera gustado despedirme con una procesión muy especial, saliendo desde la Preciosa Sangre y con la Estación de Penitencia en la S.I. Concatedral de Santa María, pero la pandemia mundial que estamos sufriendo, lo impide por segundo año consecutivo.
Han pasado muchas cosas en estos años, han nacido nuevos hermanos y hermanas, pero como ya he dicho antes, también se nos han marchado algunos de los nuestros, he ganado muy buenos AMIGOS, he conocido a personas extraordinarias, he aprendido muchos valores de personas que por un motivo u otro se han relacionado conmigo a través de la hermandad, me he acercado mucho más a Dios, me he emocionado, y no sabéis de que manera, con cada Estación de Penitencia, he puesto mi nombre como aval para el pago de la imagen de JESÚS CONDENADO, y le he restado mucho tiempo a mi familia, para dárselo, y no me arrepiento de ello, a la cofradía.
Aunque algunos años antes, ya había comenzado mi andadura como máximo responsable de la comisión gestora, que luego se convertiría en Cabildo de Gobierno de la Hermandad, es un día agridulce, porque también es una carta de despedida al frente de la H.U.J.C.
Por ello, quiero hacer mi primera reflexión a aquellos hermanos y hermanas que se despidieron de nosotros, durante todo este periodo de tiempo, y que ahora se encuentran disfrutando de la presencia de Dios Padre en el Cielo, para todos ellos mi más sentido cariño, respeto y afecto. Me hubiera gustado despedirme con una procesión muy especial, saliendo desde la Preciosa Sangre y con la Estación de Penitencia en la S.I. Concatedral de Santa María, pero la pandemia mundial que estamos sufriendo, lo impide por segundo año consecutivo.
Han pasado muchas cosas en estos años, han nacido nuevos hermanos y hermanas, pero como ya he dicho antes, también se nos han marchado algunos de los nuestros, he ganado muy buenos AMIGOS, he conocido a personas extraordinarias, he aprendido muchos valores de personas que por un motivo u otro se han relacionado conmigo a través de la hermandad, me he acercado mucho más a Dios, me he emocionado, y no sabéis de que manera, con cada Estación de Penitencia, he puesto mi nombre como aval para el pago de la imagen de JESÚS CONDENADO, y le he restado mucho tiempo a mi familia, para dárselo, y no me arrepiento de ello, a la cofradía.
Dejo la mayordomía con el honor y la alegría de haberla ejercido como el primer
Mayordomo de la historia de esta Hermandad, seguiré siendo el primer cofrade inscrito
en la misma, también me siento muy orgulloso de ser el responsable del nombre de la
imagen titular, de proponer el día, la hora de la Estación de Penitencia, de que se salga
cada año de un sitio diferente, de no llevar durante la procesión acompañamiento musical
alguno, de mantener activa la madrugada cacereña, de aportar mi idea clara y definida
de cómo debía ser la imagen de Jesús camino del Calvario, y que luego se plasmaría, con
la ayuda del imaginero, en Jesús Condenado con el patíbulum, de la renuncia a las
subvenciones por parte de las administraciones públicas, de haber conseguido la sede
canónica en el Monasterio de Santa María de Jesús (convento de las Monjas Jerónimas de
Cáceres), de ser el culpable de convencer al párroco de Santiago, para que la imagen
estuviera expuesta al culto en la ermita de la Paz, donde se celebra la misa universitaria,
del juramento de silencio, de la organización de las procesiones, y de muchas otras
características y singularidades de la cofradía, que no paso a detallar. Por supuesto, de
haberle dedicado muchísimas horas, todas ellas con mis mejores intenciones y
propósitos, con mis desvelos, preocupaciones, nervios, responsabilidad, etc… también la
dejo saneada económicamente, sin deudas, con la imagen pagada en su totalidad, y todos
los efectos con los que se procesiona, con poco saldo, eso sí, como entiendo que debe
funcionar una cofradía, sin tener grandes acumulaciones de dinero y si empleando casi
la totalidad de sus recursos a fines sociales y asistenciales, de ello pueden dar cuenta
muchas instituciones sociales a las que, de manera humilde, les hemos intentado ayudar
dentro de nuestras posibilidades.
Sin extenderme más, quiero desearle todo lo mejor a la nueva junta directiva, aportando y ayudando en todo lo que me sea requerido, pero desde una posición menos expuesta y más discreta, por último quiero desearte una Feliz Semana Santa y Pascua de Resurrección, motor de cualquier cofrade y cristiano.
Sin extenderme más, quiero desearle todo lo mejor a la nueva junta directiva, aportando y ayudando en todo lo que me sea requerido, pero desde una posición menos expuesta y más discreta, por último quiero desearte una Feliz Semana Santa y Pascua de Resurrección, motor de cualquier cofrade y cristiano.
Jesús Sellers Bermejo
Mayordomo de la Hermandad Universitaria de Jesús Condenado 2011-2021
Esta carta, que pueden ver íntegra en el siguiente enlace, continúa con una serie de agradecimientos que pueden ver en la web oficial de la Hermandad.
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